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AMOR
ES.
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UNA MIRADA ANTROPOLÓGICA
Eduardo Terrasa Messuti
A grandes rasgos, ¿qué es el amor?
“Yo creo que el amor es una realidad compleja: es un sentimiento, pero es un sentimiento que te lleva a salir de ti mismo y centrar la atención en otra persona de una manera radical. Que lo importante no seas tú, sino la otra persona. O, incluso, no lo que tú sientes por esa persona, sino la persona en sí misma. Y creo que es algo que uno va descubriendo a medida que va pasando el tiempo. Al principio, uno se fija más en lo que él siente -o en lo que pasa en él-, pero, poco a poco, te vas dando cuenta de que lo que importa no es lo que te pase a ti, sino lo que le está pasando al otro”.
¿Existen distintos niveles de madurez en el amor? ¿Puede una persona joven amar de la misma manera que un adulto, o un anciano?
“Evidentemente, hay una maduración, y hay un aprendizaje a través del tiempo, respecto al qué es y qué supone amar, o los descubrimientos que se hacen en el amor. Hay diversas fases, que son esos descubrimientos. Pero también es verdad que una persona más joven puede tener una experiencia de amor mucho más intensa y profunda que una persona mayor. La edad no lo es todo y, a veces, ni siquiera es lo principal. En ocasiones, hay personas que, con poca experiencia, descubren un amor, un sentimiento que es mucho más maduro que otros que, a lo mejor, llevan muchos años pensando que aman con madurez”.
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Hablando de esa madruez, y de la diferencia entre estar enamorado y amar: ¿Qué es lo que hace que se mantenga viva la "llama" en esas parejas que son tan duraderas?
- “Yo creo que la idea de que el enamoramiento desaparece habría que matizarla. Es una fase, una etapa del amor, y es en el enamoramiento cuando, efectivamente, uno está más pendiente de lo que siente, sobre todo los sentimientos intensos y especialmente emotivos, los que están “a flor de piel”. Pero el enamoramiento siempre tiene que estar presente: siempre tiene que estar la ilusión, la novedad, el redescubrir… Y, respecto a lo que da unidad a la relación, vuelvo a lo que planteaba antes: uno termina dándose cuenta de que, a quien quiere, es a esa persona, no a lo que yo siento por ella. Y, por eso, a veces se manifiesta, o se redescubre el amor o el enamoramiento en una relación de amistad, de confianza, de serenidad y seguridad: de estar tranquilo con esa persona… Es una identificación mutua muy profunda”.
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SOBRE ESTA RECIPROCIDAD QUE PLANTEA, ¿PODRÍA DARSE EL CASO DE UN AMOR “UNILATERAL”?
“Uno puede enamorarse sin ser correspondido, sin que haya reciprocidad. Pero yo creo que, en un enamoramiento en el que no hay respuesta, es como un grito que nadie escucha. Al final, el que está gritando se da cuenta de que ese grito no tiene mucho sentido. Es más, yo creo que, muchas veces, cuando se dan esos casos, la persona que se ha enamorado ha idealizado a la otra. Porque, cuando hay conexión, cuando hay un <<feeling>> entre los dos, es cuando uno realmente dice: <<se conocen>>. No es simplemente que uno conoce al otro. Tienen que conocerse los dos, tiene que ser mutuo”.
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A NIVEL SOCIAL ¿CÓMO CREE QUE HA EVOLUCIONADO EL AMOR EN LOS ÚLTIMOS AÑOS?
“Yo creo que ha habido grandes pasos hacia adelante, y algunos pasos hacia atrás. Sería largo de analizar. Pienso que, intentando resumir mi explicación, hemos superado un poco el romanticismo -que es muy engañoso a veces- y la relación de pareja la entendemos más en términos de amistad, de confianza, de compartir… También, por eso, de igualdad. Creo que eso es un gran avance. Incluso, diríamos que es un redescubrir un sentimiento amoroso nuevo: esto ha sido un invento -positivo- del siglo XX. Aunque se haya dado antes, culturalmente es un invento. Por otra parte, también ha habido algunos retrocesos: por ejemplo, en ese “ver al otro”, a veces, sobre todo en algunos planteamientos, en algunas formas de hablar y de decir las cosas, parece que uno nunca sale de sí mismo, de lo que él siente. Cuesta un poco pasar al otro, prestarle atención a la otra persona. Por eso, hay tanto pasos adelante, como pasos atrás”.
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¿POR QUÉ CREE QUE EL AMOR TIENE TANTO PESO EN LA VIDA DE LAS PERSONAS?
“Yo creo que uno se descubre a sí mismo lo que es estar vivo cuando descubre lo que es amar. Uno que no sabe amar, en realidad no vive. Está “medio vivo”. Pero, realmente, lo que es la vida, lo que es vivir “a pleno pulmón”, se descubre cuando se descubre lo que es amar”.
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A TRAVÉS DE SU EXPERIENCIA EN EL TRATO CON LOS DEMÁS ¿QUÉ HA APRENDIDO SOBRE EL AMOR? ¿QUÉ DIRÍA QUE ES LO QUE MÁS NOS PUEDE ENSEÑAR EL AMOR?
“Personalmente, el gran ejemplo que he tenido de amor han sido mis padres: cómo se querían, la profunda amistad que había entre los dos… Ya tenían bastante edad los dos cuando murieron y, realmente, era reconfortante saber que el amor no depende simplemente de que uno sea más joven, o que tenga unas condiciones físicas, o que la vida sea más “divertida”. Lo que es querer de verdad a alguien y estar con alguien: lo que es estar juntos. Yo creo que, gran parte de a lo que luego le he dado vueltas, o he ido viendo en ejemplos, en muchos casos de parejas, de matrimonios… pues, en el fondo es confirmar una vez más esa experiencia que tuve, desde pequeño, con mis padres”.
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¿CONSIDERA QUE EL AMOR MÁS FUGAZ, EL QUE NO DURA TODA LA VIDA, ES AMOR? ¿O SIMPLEMENTE LO CONCEBIMOS COMO TAL?
“El amor es un largo camino, tiene un largo recorrido de aprendizajes, de descubrimientos, de pasos hacia el otro: uno va dando cada vez más pasos hacia el otro. Requiere tiempo: se puede descubrir muy joven, y tener una experiencia muy profunda, pero luego, realizarlo requiere tiempo. Claro, un amor demasiado fugaz está incoado, ¿no? Es como si dijeras <<bueno pues… empezó bien>>. Es como empezar a escuchar una canción y decir <<la melodía empezó bien>>, pero luego se cortara de golpe: dices <<empezaba bien, pero falta la canción>>.”
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POR ÚLTIMO, LA CRISIS AMOROSA: ¿ES NECESARIA, ES NATURAL QUE SE DÉ?
“Yo creo que sí. Supongo que habrá personas que piensen distinto, pero yo creo que, cuando hay verdadero amor, las crisis alimentan ese amor. Es más, yo creo que, por casos que conozco de parejas, a veces las peleas son muy sanas porque manifiestan, o sea, ponen sobre la mesa el grado de confianza que hay entre los dos -que se puedan decir de todo-, lo mucho que se importan el uno al otro -por eso se enfadan-, pero también, que realmente lo que importa es el otro: que, luego, el enfado, la pelea o la crisis, rápidamente, pasan a un segundo plano”.
ENTREVISTA TERRASA